Mi nombre es Claudio Ariel Martínez, vivo en Córdoba (Capital), soy egresado de la Carrera en Letras Modernas por la UNC y me fascinan los Medios de Comunicación. Es por eso que decidí autogestionarme escribiendo sobre Política, temas de Actualidad y otras cuestiones, de modo que pueda insertarme en el Circuito de los Medios de Comunicación, aunque sea desde su periferia. De esta manera, batallo contra las voces oficiales de los Medios Hegemónicos abriéndome camino al andar. LAS COSAS, TAL CUAL LAS VEO...

domingo, 17 de abril de 2011

Carta Respuesta a Sor Elena de la Cruz

De mi consideración:

                            Tengo el agrado de dirigirme a Ud. y, por su intermedio, a quien corresponda, a los fines de pedirle que se expida por escrito aclarando por qué considera que, de acuerdo al Concepto Docente que me fue entregado el 28/04/06, merezco 8 puntos en mi desempeño laboral; una cantidad ínfima si se considera que en las otras Instituciones donde trabajo, lo más bajo que suelen aplicar es 22, en el peor de los casos, 21. Lo cual demuestra, a mi criterio, que Ud. utiliza el Concepto para canalizar cuestiones estrictamente personales, atentando contra la objetividad profesional propia de personas que ostentan tan alto cargo.  Por lo que le ofrezco mis más sinceras disculpas por si no soy como Ud. quiere que sea. ¿Qué le vamos a hacer? La gente es como es. Ud. misma debería enseñarme una lección de tolerancia y benevolencia desde su pedestal.  Por otra parte, con semejante puntaje (además de figurar en el Libro Guinness de los Récords como el peor docente -¿De la Escuela?, ¿del país?, ¿del planeta?-) parece que pretende arruinar mi legajo, destruir mi carrera; porque sutilmente es una forma de decirme que no sirvo para esta profesión y que me debería dedicar a la albañilería o a la venta de cubanitos en la plaza San Martín, ¿no? Pero desgajemos ítem por ítem, a los fines de ser lo más explícito posible.
                            En cuanto a la Preparación Profesional, estoy de acuerdo con Ud. en que merezco 5 puntos. ¿Por qué? Porque hice mi carrera como profesor en la Universidad Nacional de Córdoba (no en cualquier oscuro profesorado de la ciudad), quedándome sólo una materia y el Trabajo Final para concluir mi Licenciatura. Además, descontando los cursos de capacitación y perfeccionamiento en Lengua Castellana, tengo cursos de Informática actualizados (Word XP, Excel XP, Access XP, PowerPoint XP), incluso aquellos de Diseño Gráfico (Corel Draw 10, Adobe Illustrator 10.0, PhotoShop 6.0, Indesign -¿Me sigue? ¿Puede?-) a los fines de perfeccionar mis trabajos escritos con la presentación más impecable que se pueda. También, estoy estudiando Inglés Americano, encontrándome en el Sexto Nivel Intensivo de una prestigiosa academia privada (Iicana Institute) y a punto de rendir un examen internacional (TOEFL Test), lo cual demuestra que me preocupa perfeccionarme permanentemente y que mi formación es lo más variada y completa que se pueda de acuerdo a los requerimientos actuales del mercado. ¿Será la formación de los demás docentes, incluida la suya por supuesto, tan variada como la mía? I don’t think so. That’s why this situation is too difficult to understand for me -¿Me sigue? ¿Puede?-.
                            Ahora, en cuanto a lo que difiero completamente es considerar que merezco sólo 1 punto por mis Aptitudes Docentes. No sé si sabrá, y si no lo sabe, debería, ya que es su obligación, que fue idea mía unificar los programas de Lengua Castellana tanto del CBU como del CE en uno solo, a los fines de establecer una coherencia curricular en cuanto a los contenidos a enseñar y que repercuten directamente en la calidad educativa de los alumnos. ¿Cuántos departamentos hicieron lo mismo? Por otra parte, también fue idea mía el año pasado como éste el de plantear actividades diagnósticas para los cursos proponiendo textos de las áreas Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, estableciendo así conexiones interdisciplinarias con las demás asignaturas. De esta forma, logré de algún modo la tan ansiada coherencia en los ejes horizontal y vertical de la Currícula. ¿Cuántos departamentos hicieron lo mismo? Hasta donde yo sé, ninguno.  Incluso, dentro de esas mismas actividades contemplé actividades de Técnicas de Estudios y de Comprensión de Textos para ayudar a mis colegas con los problemas más frecuentes que suelen enfrentar los alumnos en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si eso no es tener aptitudes docentes, entonces, ¿qué es por favor?
                            Con respecto al Espíritu de Iniciativa, Colaboración y Laboriosidad queda patentemente demostrada su animosidad hacia mi persona, por todo lo dicho en el párrafo anterior, ya que ha sido y sigue siendo mi objetivo mejorar la calidad educativa de mis alumnos;  porque esto no se logra sólo con repartir bolsones y dar becas, ¿sabe? Entonces, si  eso no es tener espíritu de iniciativa, ¿qué es por el amor de Dios? Todos los años trabajo con un Cuadernillo de Lengua Obligatorio en donde figuran todos los textos y actividades para el correspondiente año lectivo en pos de la excelencia educativa. Dígame cuántos docentes plantean actividades similares a las mías. Seguro que sobran los dedos de una mano. Demás está decir que los Actos Escolares que le correspondían al Departamento fueron todos escritos y presentados por mí. Debe ser por eso que me he vuelto un elemento indispensable en los Departamentos de Lengua de las Escuelas en las que trabajo. Sólo Ud., por una especie de miopía intelectual –que, por cierto, no me toca en el pelo de la ropa-, es la única que no reconoce y mucho menos valora todo lo que hice y hago por la Institución de la cual, quiera Ud. o no, formamos parte.
                            En cuanto a las Condiciones Personales podría decir, por lo que respecta a la presentación personal, que estoy en situación de dar cátedra en relación a otros miembros de la Institución que ocupan cargos de jerarquía y que en teoría se deben presentar como modelos a seguir en cuanto al aseo y al vestido, más en una zona tan carente como la nuestra. En cuanto al trato con los alumnos, la mayoría me agradece que sea, académicamente hablando, exigente con ellos, siempre pidiéndoles más, y no subestimándolos como muchos hacen, aduciendo que, después de todo, son marginales o que no van a entender. No es mi postura tenerles lástima porque ellos siempre me han demostrado, salvo las excepciones que se dan en cada colegio, que cuando quieren, pueden. Es por eso que jamás me fui de la Escuela, precisamente por el potencial que vi en ella. Por último, en relación a mi relación con la autoridad, diría que si tuvimos enfrentamientos entre Ud. y yo fue siempre en un plano estrictamente profesional en cuanto a temas académicos e institucionales con el lenguaje apropiado que ameritaba la situación comunicativa. Debido a que, por cuestión de principios y de honestidad intelectual, siempre manifesté mis personales pero fundamentados puntos de vista en cuanto a su gestión. Y si alguna vez la traté mal, producto de la situación, le recuerdo que Ud. también lo hizo conmigo. Lo cual me lleva al último ítem de la lista.
                            De acuerdo a lo que Ud. estimó, merezco un 0 en cuanto a Asistencia y Puntualidad. Sucede que, matemáticamente hablando, eso es un craso error. ¿Qué raro en una persona tan capacitada como Ud.? Para merecer eso, directamente no debería haber ido a la Escuela, por lo que me habrían despedido del cargo hace tiempo. Sin embargo, eso no sucedió porque yo seguí yendo a la Escuela, con altibajos, pero jamás dejé de ir. Ahora, la pregunta del millón es: ¿por qué tuve faltas? ¿No será porque Ud. me atacaba frecuentemente, ya que no pensaba como Ud.? ¿No será porque Ud. permanentemente me desautorizaba frente a mis alumnos? ¿No será porque siempre tomó partido por los alumnos y nunca consideró mis opiniones en relación a temas como disciplina? ¿No será porque todo lo que yo hacía, como mis actividades diagnósticas, le producían rechazo cuando en otras instituciones por las mismas tareas me tenían y tienen en tan alta estima? Dígame si eso no afecta, psicológicamente hablando, a cualquier persona en una situación semejante.  Ud. podría argumentar que no pensé en el bienestar de los alumnos con respecto a las faltas. Ahora, ¿Ud. pensó en ellos cuando generó todos esos conflictos? Me atrevería a aventurar que no, más cuando Ud. corroboró que yo no me sentía bien.
                            Recapitulando, diría que Ud. se cava la fosa sola cuando me otorga como puntaje 8, puesto que demuestra con la claridad del cristal que no hace uso de su objetividad profesional sino que se deja arrastrar por las más bajas pasiones como el odio o el rencor al pretender castigarme, herirme con semejante puntaje (¿Qué pasaría si nosotros como docentes tuviésemos que evaluarla a Ud. y su gestión, por ejemplo, en los ítems Clima institucional, Trato con los Subalternos y Aptitudes Directivas?). Por otra parte, no hay que olvidar que el año anterior hizo lo mismo al adjudicarme solamente 19 puntos. ¿El año que viene qué hará? ¿Me culpará por la destrucción de las Torres Gemelas y por el calentamiento global? También es una forma fascista de demostrar que Ud. tiene el poder y  que ejerce, a través de distintos mecanismos, presión para que los demás piensen, digan y hagan lo que Ud. quiere. Lo cual llama la atención en una persona que se dice democrática y defensora de los Derechos Humanos. ¡Acuérdese de mis derechos que también son humanos –no sólo de los desaparecidos-! Por lo que espero con ansias su escrito aclarando todas estas cuestiones, en donde seguramente mis borrones (¿Qué se puede esperar de alguien que sólo llega a un 8?) no tendrán nada que hacer al lado de su prosa brillante, magnífica; al igual que su lógica superior, aplastante, no tendrá comparación en relación a mis pobres argumentos. Por todo esto y sin otro particular, esperando una pronta respuesta, me despido de Ud. muy atentamente.
Firma: YO, EL PEOR DE TODOS.

Posdata: Con la siguiente nota, adjunto todos los materiales pertinentes (Currículum, Programas, Actividades Diagnósticas, Cuadernillos, Actos, Planillas, etc.) que testimonian el incansable esfuerzo por lograr, de mi parte,  la perfección tan anhelada en pos de la calidad educativa de nuestros alumnos.
Yo, Claudio.

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